miércoles, 11 de agosto de 2010

Control y Vigilancia:

Vela por la protección del recurso ictícola, elaborando normas para la utilización racional y sustentable de la fauna dicha, así como apoyando con recursos, a los Organismos Gubernamentales encargados de hacer cumplir las normas legales en la Argentina y Paraguay. Pero esas reglas no se cumplen.

Por lo tanto la pesca no tiene ningún control. Y lo que debe ser una reserva, se transforma en una zona liberada que se defiende a punta de pistola. La violencia va en aumento, y también el peligro de especies únicas como: el dorado, el sábalo, el pacú y otras riquezas del Paraná.

Existe una legislación diferente en cada provincia, lo que está prohibido en alguna está permitido en otra.

Es necesario establecer principios de conservación en la pesca comercias. Como por ejemplo: no sacar peces chicos, ni aquellos que no se han reproducido al menos una vez.

Sistema de transferencia de peces:

La represa hace como una barrera para los peces, los ascensores y escalas no tiene mucha eficiencia, debido a que los peces no saben como subir aguas arriba porque volver a las aguas abajo, solo es posible en condición de peces muertos por la enfermedad de la burbuja, producida por descompresión violenta generada por el mal funcionamiento de las represas.

El sistema de transferencia opera mediante dos ascensores por donde los peces transitan aguas arriba en sus migraciones estacionarias. Está prevista la construcción de dos ascensores más en corto plazo. A muchas especies les es imprescindible para su reproducción trasladarse rio arriba y allí realizar el desove. Los peces son atraídos por una corriente artificial contraria a su recorrido que imita la corriente natural del rio hasta el ascensor. Una vez en el, se hace cada 15 minutos y transporta alrededor de 13 toneladas de peces por vez.

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